lunes, 10 de diciembre de 2007

Deysi María de la O
5to. Lic. Comunicación
Mi experiencia con el uso de la tecnología en el aula se ha dado con mucha frecuencia, pero en este caso retomaré una en particular por las razones que mencionare en su momento.
Cuando estaba en 2 de secundaria no acostumbraba leer libros, llevamos la materia de español y estábamos viendo los géneros literarios y novelas, entonces nos encontramos con la novela obligada: El Quijote De La Mancha, de Miguel de Cervantes. Al principio todo creíamos que iba ser aburrido, yo hubiera jurado por ello, puesto que no dejaba de ser una novela sacada de un largo pero muy largo libro, pero grande fue mi sorpresa al descubrir que no fue así. La clase agradaba a la mayoría de mi grupo, además la maestra, que en es entonces fungía como asesora de esa materia, supo manejar y utilizar esta herramienta. Después de ver el video todos comentamos la historia e hicimos reflexiones por escrito. La partición fue sorprendente, tanto así que este mismo método se siguió aplicando en muchas clases más.
En mi caso también e tenido experiencias no muy gratas, cuando cursaba el 3 semestre de comunicación en la materia de ética de la comunicación, siempre se hacia uso de herramientas tecnológicas como; cañón, películas, documentales y demás. Sin embargo el maestro no las aplicaba correctamente, solo veíamos las proyecciones y no pasábamos a más, no explotaba el recurso y me pase un semestre muy tedioso. Las proyecciones en lugar de animarme me adormecían lo que hacía que enfocara mi atención hacia otras cosas fuera del contexto del aula.

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